Es el resultado de un proceso constructivo iniciado en 1550 cuando fue hecha la traza de la primera parroquia de la ciudad. Tras varias construcciones, adhesiones de capillas y remodelaciones e incendios ocasionales acaecidos a lo largo de 170 años, se llegó a un proyecto definitivo en 1732 que buscaba integrar algunos muros y esculturas de los templos anteriores para edificar –decían orgullosos - “una Iglesia parroquial capaz de llegar a ser iglesia catedral”; lo que se cumplió en 1864, cuando se creó la Diócesis de Zacatecas, y la parroquia fue elevada al rango de Catedral.
Posee tres fachadas, la norte está dedicada al Santo Cristo de la Parroquia –considerado por los antiguos mineros como sumamente milagroso-; la sur corresponde a Nuestra Señora de los Zacatecas, patrona de la ciudad; mientras que la principal terminada el 24 de abril de 1745, está inspirada en la Sagrada Comunión; en ella están representados Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo acompañados de los Apóstoles en torno a la Eucaristía, labrada en la clave de la ventana coral.